La alteración de los ritmos circadianos reduce la secreción de insulina por el páncreas. Si esto es permanente, desarrolla un aumento persistente de los niveles de glucosa postprandial (muestra los niveles de azúcar en la sangre 2 horas después de una comida – ed. Techkult) en el cuerpo. Los dipocitos se agrandan y se inflaman, y esto conduce al desarrollo de resistencia a la insulina y la secreción de marcadores inflamatorios que inhiben la función pancreática. Todo ello contribuye al inicio de la diabetes de tipo 2.
a conclusión es sencilla: para prevenir la enfermedad hay que evitar el contacto con fuentes de luz azul brillante entre medianoche y las 6 de la mañana. No es una panacea, hay otros factores que influyen en el desarrollo de la diabetes. Pero este método es el más fácil y barato de aplicar. El cuerpo humano necesita luz para descansar tranquilamente en la oscuridad.
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