Científicos de la Universidad de Colorado han demostrado que los elefantes africanos tienen la capacidad de comunicarse entre sí de forma flexible mediante la voz. Es decir, se dan nombres entre ellos, así como nombres de objetos importantes de la sabana, como fuentes de agua, arboledas, colinas, etc. Por desgracia, es demasiado difícil reconocer el lenguaje de los elefantes, por lo que no es posible «hablar» con ellos.
Al igual que los humanos, los elefantes son criaturas sociales, su vida depende de la comunicación con la manada, por lo que necesitan un medio de diálogo. La evolución les ha dotado de un aparato vocal adecuado, capaz de producir sonidos de diferente timbre, volumen y tono. Al mismo tiempo, el cerebro de los elefantes está suficientemente desarrollado para reconocer distintas combinaciones de sonidos.