Vigile el estado de sus libros
Por muy bien ordenada que esté su colección, un aspecto descuidado puede estropearla. El polvo, los lomos rotos o descoloridos delatan inmediatamente a un propietario descuidado. Los libros envejecen, pero es un proceso que puede ralentizarse, si no detenerse. He aquí algunas reglas básicas.
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Los libros están mejor en habitaciones con una humedad de entre el 40 y el 50%. El exceso de humedad puede provocar la aparición de moho. Si los libros reposan en armarios oscuros y cerrados con poca ventilación, conviene ventilarlos periódicamente.
Mantenga los libros alejados de la luz solar directa y de otras fuentes de luz de alta intensidad. Aceleran el deterioro del papel y la decoloración de las cubiertas.
Limpie el polvo. Lo ideal es guardar los libros en armarios cerrados, pero si no dispone de uno, limpie periódicamente las estanterías. Coge un trozo de paño suave normal, humedécelo ligeramente y limpia el libro cerrado por todos los lados. Una aspiradora de mano puede ayudar a acelerar el proceso.
