2,3K
Si tienes ganas de comer sin hambre real, prueba alguna de las actividades anteriores y verás cómo cambia tu estado.
Publicidad
3 No te reprendas si la distracción no tiene éxito
Sentirse culpable después de comer en exceso es una emoción tan negativa como las que llevaron al episodio de gula. Reñirse y castigarse con dietas y entrenamientos sólo aumenta el estrés, lo que no ayuda en absoluto a perder peso.
Si no has notado el hambre emocional hasta que te sientes pesado por la cantidad que has comido, ten compasión de ti mismo.
No planifiques dietas y ejercicios rígidos, más bien piensa en cosas interesantes y agradables que puedas hacer para relajarte. La próxima vez, utiliza tus ideas en un momento de estrés psicológico.