El arsenal de la medicina popular cuenta con muchos remedios que ayudan a sobrellevar rápidamente el resfriado, la congestión nasal, el dolor de garganta y la tos. Curan y fortalecen el organismo. Puede que no lleguemos a los 200 años, pero podemos vivir hasta una vejez hermosa y saludable. Uno de ellos es la leche de cebolla. Cómo preparar adecuadamente el remedio en casa y utilizarlo en la práctica:

Hay muchas recetas que difieren en los ingredientes adicionales. Las materias primas deben prepararse con antelación. Los bulbos deben ser densos, sin grietas ni manchas. Los productos lácteos es mejor prepararlos en casa que comprarlos en la tienda.

cocina clásica

Para preparar un antitusígeno con esta receta necesitarás

Té – 200 ml;

Cebolla – 1 bulbo pequeño (70-100 g).

Cortar la cebolla en rodajas.

Vierta el líquido en un cazo, llévelo a ebullición y añada las hortalizas de raíz troceadas.

Dejar cocer a fuego lento durante 5-10 minutos.

Apagar la olla.

Pasar el líquido por un colador o una gasa.

Teniendo en cuenta la cantidad de materia prima, el rendimiento es de 100 ml

Al mismo tiempo, debes recordar la regla del equilibrio en el diseño de interiores. Significa que los elementos brillantes necesitan rimas, de lo contrario se llevarán toda la atención. En el caso de una pared de acento con libros, existe el riesgo de que la habitación se «amontone» visualmente en un lado. Para equilibrar este elemento, puedes poner una alfombra de color en el suelo o colgar carteles en una pared libre.

La primera nutrición necesitará un vegetal al principio del desarrollo, cuando las plántulas alcancen unos 15-20 cm de longitud. La segunda alimentación se lleva a cabo después de otras 3-4 semanas – en este momento el bulbo comienza a formar un nabo.

Qué recordar al abonar las cebollas
Si no quiere entender las sutilezas del uso de determinados fertilizantes, elija composiciones minerales u orgánico-minerales complejas para alimentar cebollas y ajos. Tales medios se venden en forma de gránulos y polvos para preparar soluciones o incrustar en el suelo en estado seco. También existen fertilizantes líquidos que deben diluirse en agua. Antes de utilizarlos, lea atentamente las instrucciones y siga las recomendaciones del fabricante.
Puede utilizar sólo abonos minerales, sólo abonos orgánicos o alternar entre ambos. Lo más importante es no mezclar distintas composiciones en un mismo abonado y no superar las dosis recomendadas: un exceso de nutrición puede ser más destructivo para las plantas que un déficit de sustancias útiles.
Si las plumas de las cebollas empiezan a ponerse amarillas y secas, no espere a una alimentación programada y aplique nutrición fuera de turno para compensar rápidamente la falta de macro y microelementos y garantizar el desarrollo normal de la hortaliza.
El abonado debe realizarse a primera hora de la mañana o al atardecer, habiendo humedecido previamente la tierra. Si la tierra del bancal está cubierta de una costra dura, afloje con cuidado la tierra antes de abonar e intente verter la solución nutritiva entre las hileras.

Lave exactamente tantas como vaya a comer. Las fresas peladas se conservan menos, incluso en el frigorífico y aunque se hayan secado bien. El hecho es que esta baya absorbe bien el agua: tras el lavado, hay más humedad en la pulpa, con lo que aumenta la probabilidad de que se pudra.
Antes de lavar, recoja las bayas y elimine las podridas. Incluso con una pequeña zona de lesiones. La podredumbre indica que la baya ha empezado a enmohecerse: las micotoxinas (venenos de los hongos del moho) ya han penetrado en toda la pulpa. Se recomienda comer este tipo de fresas sólo después de un tratamiento térmico. Si hay muchas bayas podridas, se puede hacer mermelada o compota con ellas.
No arranque el pedúnculo. De lo contrario, las fresas en el proceso de lavado absorberán mucha agua.
Lávese previamente las manos y los utensilios con los que lava las bayas. De lo contrario, los contaminantes de los mismos pueden llegar a las fresas.

Tome esquejes de un rosal sano, con follaje verde de color uniforme y brotes bien desarrollados. Los mejores esquejes son las ramitas jóvenes que han crecido durante la temporada: brotes verdes fuertes semicaducos con un diámetro de 0,5-0,7 cm, que aún no han tenido tiempo de cubrirse de corteza. Puede haber una yema en el extremo, que se ha marchitado o ya ha florecido. Las ramitas en flor tienden a enraizar peor.

Desinfecte las tijeras afiladas o las tijeras de podar con líquido que contenga alcohol y corte las ramitas seleccionadas en la base del arbusto o desde la mitad del brote, de forma que la longitud de los futuros esquejes sea de al menos 15-20 cm.